El bibliotecario maldito

Me presento, soy solamente un espíritu errante que vaga por la antigua biblioteca que está cerca de la plaza. ¿Mi edad? Perdí la cuenta después de contar 300, ¿Nombre? Lo olvidé, pero todos me conocen como “el fantasma del bibliotecario en pena”. Déjenme introducir mi historia ante ustedes.

Hola, soy un joven bibliotecario que acaba de comenzar a trabajar en esta prestigiosa biblioteca llena de los más valiosos libros hasta el más simple, verdaderamente estoy feliz de trabajar aquí.

Un día cualquiera mientras acomodaba libros vi a una joven bella que buscaba entre los estantes algún libro, esa chica es toda una belleza, sus ojos color jade, su cabello es tan oscuro que pareciera absorber la luz de la luna, sus mejillas rosadas y su piel perlada. Sí, verdaderamente una belleza.

Decidí acercarme a aquella chica para entablar una conversación

-Hola ¿Buscas algo en específico?

-Sí, me gustaría encontrar un libro interesante que leer

-¿Qué tal este?

Tomo un libro de la estantería llamado “Las aventuras de mi pequeña yo” Es una historia narrada por la misma autora cuando era niña, es un diario que dejó a sus padres antes de morir intoxicada por un veneno mortal, la enseñanza de este libro es que no confíes en cualquiera y tengas precaución sobre las personas

-Se ve bien, gracias.

-De nada

Meses después ella seguía viniendo a la biblioteca a leer historias del mismo tipo que el de esa autora, íbamos entablando conversaciones que duraban horas mientras atendía a los lectores para prestar los libros de la biblioteca, eventualmente nos conocimos más al punto en que nos volvimos una pareja.

-Oye ¿Recuerdas este libro?

-¿Hoja de venganza? Sí

-Pobre protagonista, le destrozaron todo lo que tenía y enloqueció tanto, realmente me da lástima

-Pienso lo mismo, aunque hubo otras alternativas, pero esta es la más común.

-Sí

Un silencio incómodo empezó sobre nosotros llevándose todas las ideas de algún tema de conversación, pero de repente recordé algo

-Ah, cierto, quisiera preguntarte algo

-¿Qué es?

-Quisiera invitarte al cine esta noche, está la nueva película de Amor corrosivo ¿Quisieras verla conmigo?

-Encantada

Bien, tengo una cita asegurada.

La siguiente semana, día de la cita. Llegamos al cine como a las 7:30 pm, la película empezaba a las 8:00 pm, así que mientras mirábamos en las tiendas cercanas y al llegar casi la hora compramos un montón de comida para la sala de cine.

-Oye ******* me gusta esta parte

-A mí también, me gustan este tipo de finales felices

-Oye ¿Podríamos hacer lo mismo que en la película?

-¿A qué te refieres?

Ella baja la mirada y se sonroja un poco

-H-H-Hablo d-de un b-b-b-beso

-Ah, em, sí, si quieres

Acercamos nuestros labios lentamente y luego después nuestros labios se tocaron, una electricidad recorrió mi cuerpo y la calidez de su amor me llena el alma, tan linda.

-Estuvo buena la película ¿Verdad?

-Sí, más en esa parte donde hace explotar un edificio lleno de zombies con esa bazooka que se encontró de la nada

-O en esa parte donde rescata a su chica de ser comida por los zombies, tan romántico.

-Vayamos por este camino, así acortaremos

-No estoy segura ¿Qué tal si nos pasa algo? No creo que sea seguro

-No te preocupes, yo te protegeré

-Bueno

Que gran error, no debí haber hecho eso, me arrepiento de haberlo hecho, el sólo recordar lo que pasó en aquel caminó me hace querer regresar en el tiempo y golpearme a mí mismo por haber dicho tal cosa.

La oscuridad nos llena y no hay ninguna persona por este camino, ella estaba temblando, así que le presté me brazo para que se sostuviera de ahí. Pero, no sentí nada, sólo una brisa de aire un mal presentimiento me atacaban

-Ayudaa, por favor, *******

-¿Dónde estás?

Lo escuché cerca, miraba a todas partes pero no veía absolutamente nada, sólo miraba el pavimento vacío y los arbotantes apagados. Ahora que lo veo bien, esta calle se ve muy tenebrosa, no hay luz, las paredes están pintadas a más no poder de graffiti, no había sonido alguno en esta calle y lo más sospechoso es que no hay ningún habitante

-Ayuda, no, por favor noo, detente, DETENTE

-¿Dónde estás? Por favor dime donde estás

-GYAAAAAAA

La oscuridad no me dejaba ver absolutamente nada, cabe decir que muy apenas podía ver mis manos que estaban en frente y estaba tan aterrado que no podía moverme, sólo escuchaba el sonido de sus gritos, no sabía donde estaba. Pero, luego de un tiempo el silencio reinó.

-Tu culpa

¿Eh?

-Todo ha sido tu culpa

¿De qué hablas?

-¡¡POR TU CULPA HE MUERTO!!

El rostro de mi amada aparece frente al mío con una expresión tenebrosa que me heló el alma, tenía heridas en toda su cara y sus ojos no estaban, de repente comencé a ver el cuerpo completo y vi que algunas de sus extremidades no estaban y chorrea sangre desde su entrepierna

No puede ser, no, no, no, no, no. Dime que no es cierto, por favor, dime que no

-Esto ha sido tu culpa, si tan solo no hubieras elegido este camino. Ahora, me vengaré de ti y de aquellos que me asesinaron

El rostro de ella se acercaba más y más al mío, mi terror era tanto que me quedé paralizado en ese mismo lugar sin poder hacer nada, ni siquiera respirar.

HAAA

Me levanté de alguna parte, estaba ahora sentado sobre la misma calle antes mencionada, pero esta vez la luz de la luna me ilumina, estoy sólo y con heridas leves.

Me levanto y me decido a buscar a mi novia, busqué y busqué, pero no encontré nada

-Sólo espero que eso sólo haya sido un sueño- Pensaba, pero vi que no era un sueño, luego de un rato más de buscar vi el cuerpo de ella tendido en el suelo tal como estaba en mi sueño

-No, imposible

Mis lágrimas se derraman sobre mis mejillas mientras observo el cuerpo de ella que está siendo iluminado por la luz de la luna y una voz en mi mente se repite una y otra vez.

-ES TU CULPA

Reporté el cuerpo a la policía y ellos me brindaron algo de apoyo mandándome a un psiquiatra. Pero, de qué sirve, la perdí, fue asesinada, todo por mi culpa, todo por haber tomado ese camino que me llevó a la perdición. Ahora estoy encerrado en una celda acolchada

-Está viva, yo lo sé, aun escucho su voz en mi cabeza, aun la escucho.JAJAJAJAAJA

Me volví loco, luego de un tiempo envejecí y morí en ese mismo hospital psiquiátrico, pero mi alma se apegó a aquella biblioteca donde la conocí. Era tan bella, si tan sólo no hubiera tomado ese atajo, todo hubiera sido diferente.

-La biblioteca hace muchos años era muy visitada y prosperaba, pero de repente llegó un fantasma que ocupó el lugar, dicen que es el espíritu de uno de sus ex empleados que murió hace años, es el espíritu de un joven llorando y gritando “Perdóname, Silvia”